Un ATRACTOR es un tipo de escultura monumental que deseo propagar por el mundo, una modalidad que busca los centros urbanos, las encrucijadas o nudos circulatorios, las plazas o ágoras de las ciudades de cualquier país, los centros neurálgicos, en definitiva. Los atractores pretenden divulgar y fijar en el inconsciente colectivo el último gran avatar de la historia, lo que se ha dado en llamar: la GLOBALIZACIÓN. Todas las fronteras del conocimiento se están disolviendo, nuestra patria es el mundo...
nuestra bandera son todas las banderas, nuestra historia es la historia universal de la humanidad, cualquier conflicto nos duele y concierne, nuestra religión son todas las religiones que habitan en el mundo, los adelantos científicos y tecnológicos nos inundan casi por igual, y nuestro futuro depende del conjunto de todos. Nuestro hábitat es el mundo, pensar fragmentariamente nos lastra y nos conduce al error.
Los artistas han intentado siempre acompañar bien de cerca los imperativos de la historia. Allí estuvieron cuando surgieron las religiones, para interpretar en forma de arte la naturaleza de lo divino. Allí estuvieron cuando surgieron grandes adelantos científicos y tecnológicos, para utilizarlos y evocarlos. Estuvieron cuando los exploradores descubrieron nuevos horizontes geográficos, o cuando los físicos y los astrónomos expandieron la comprensión de la materia y del universo, los biólogos nos revelaron los grandes misterios de la naturaleza, y los librepensadores intuyeron nuevas formas sociales y políticas de organizarnos. Ahora, debemos asimilar y explicar el proceso que nos envuelve, la Globalización, buscándole un sentido positivo y útil. Los atractores son mi respuesta sintética e intuitiva (aparte de otras de mis tipologías), son mi mejor contribución estética, y el reflejo más fiel de mi percepción sobre la misión del arte de mi tiempo.
1. Es necesario fijar en piedra y metal, la enorme trascendencia que tiene la GLOBALIZACIÓN, no sólo la económica y financiera, que ya es un hecho constatado; también las otras globalizaciones: la étnica (genética o mestizaje universal), la cultural, la social, la espiritual, la tecnológica y científica, la política (democracia global), y la artística por supuesto.
"Centro Atractor". Escultura de mármol y bronce, 10 m. de altura. Tisho Babilonia (2010)
2. Es necesario fijar en piedra y metal, también, la comprensión alcanzada sobre la Globalización de los PROBLEMAS Y DESAFÍOS. El llamado efecto mariposa es una realidad que nos impregna a todos, lo que acontece en la otra parte del mundo acaba afectándonos también a nosotros: el terrorismo, el narcotráfico, los conflictos bélicos, el tráfico de armas... las pandemias, la contaminación del agua, del aire y la tierra, la destrucción de la biosfera, el exterminio de las especies, el calentamiento global, la superpoblación... el lado perverso de los sistemas sociales y políticos que nos damos, el pensamiento fragmentario, dogmático y totalitario... los límites del crecimiento insensato, la crisis energética, la obsolescencia programada, las burbujas especulativas financieras, y la corrupción... la infelicidad humana, las desigualdades vergonzosas, la pobreza y el hambre, el analfabetismo, todas las formas de colonialismo y totalitarismo... el odio al prójimo, la xenofobia, la homofobia, las injusticias de género... la deshumanización.
3. Es necesario fijar en piedra y metal todo aquello que nos une para minimizar lo que nos separa. La conservación del planeta debe convertirse en nuestro mayor activo movilizador, y la supervivencia de nuestra especie la meta final. Fomentar CONCIENCIA PLANETARIA es una tarea pedagógica prioritaria. Los Atractores serán su baluarte.
4. Es necesario fijar en piedra y metal la CONCIENCIA DE ESPECIE. Sólo si nuestra especie adquiere niveles mayores de conocimiento, de información y cultura, superará los esquemas mentales que nos lastran y enfrentan. Porque esta vez las consecuencias de los conflictos son globales, nos conciernen a todos.
5. La globalización de los parámetros generadores del conocimiento también posibilita esa EMERGENCIA CULTURAL de la especie: más viajes, más idiomas, más contacto, más flujos migratorios y turísticos, más intercambio, más escolarización universal, más medios de comunicación y difusión, más democracia... NOS MEJORAN cuantitativa y cualitativamente.
6. Hace tiempo, me convencí de que la especie está mutando, que ya no somos Sapiens, sino otra cosa más allá: somos SUPERSAPIENS. Conquistar la comprensión sobre esto, analizar y descifrar esta novedad conceptual... modificará los cimientos de la civilización, alterará la percepción que tenemos de nosotros mismos, reorganizará los esfuerzos colectivos con vigor renovado para enfrentarnos más sabiamente a los enormes desafíos de la globalización. Este concepto también merece ser fijado en piedra y metal.
7. La velocidad a la que se sucederán las transformaciones en el planeta será espectacular. Los cambios se producirán en todas direcciones, a todos los niveles, en toda circunstancia, bajo el paradigma de la COMPLEJIDAD CRECIENTE. Transmitir omnisciencia y holismo a los procesos de cambio debe ser nuestra mayor aspiración, para cometer menos errores irreparables y ser más perfectos en nuestros juicios y consensos. Los Atractores se deben desplegar rápidamente por el mundo, como códigos visuales, como presencias icónicas para alimentar esos cambios y mantener firmes los principios que los fomentan.
8. Es necesario codificar en piedra y metal una COSMOVISIÓN de la globalización, es decir, sumar las diferentes visiones vernáculas que jalonan el mundo, para unificarlas en una visión renovada mayor, más consciente de nosotros mismos y de nuestra historia global. Los atractores deben fomentar los valores que nos asemejan, deben fomentar los principios que nos equiparan y protegen, como los Derechos Humanos; deben predicar el ecumenismo para abrazar y sintetizar lo mejor de las tradiciones espirituales de todos los tiempos, deben proyectar y velar los valores democráticos porque cualquier otra forma de gobierno es aún más perjudicial, deben también comprometernos con la naturaleza y la conservación medioambiental. Los atractores deben diseminarse por el mundo para prevalecer sobre visiones obtusas, provincianas y obsoletas, sobre conductas egoístas e intransigentes, menos compasivas, poco fraternas, que acabarían sembrando enfrentamiento.
Prototipo de Atractor. Diseño 3d. Tisho Babilonia
9. El único modo de evitar que un nuevo orden mundial opaco dirigido por una élite minoritaria, corporativista, hermética y todopoderosa nos gobierne en la sombra, es creando un contrapoder abierto y transparente, un GOBIERNO MUNDIAL cosmopolita y súper-democrático, detentado por la SOCIEDAD CIVIL GLOBAL. Es necesario difundir en piedra y metal este deseo, esta advertencia, para movilizar a los ciudadanos, y mantenernos alerta frente a toda forma sutil de totalitarismo. Los atractores pregonan esta idea y velan por ella.
10. Estas esculturas urbanas, por tanto, aspiran a convertirse en heraldos capitales de la NUEVA CONCIENCIA ENVOLVENTE Y EMPÁTICA que llama a nuestras puertas para alcanzarnos a todos... serán expresiones físicas, materiales, sensibles, estéticas, semióticas, gnósticas, que poblarán el paisaje urbano y mental de los ciudadanos; en el intento perseverante de facilitar la nueva realidad planetaria, ampliar el cometido neto de la obra de arte, la naturaleza en sí del suceso artístico: el principio curativo de la PLÁSTICA SOCIAL.
Origen de la palabra Atractor
La palabra “Atractor” la apropié del vocabulario utilizado por los teóricos del caos, una rama de la ciencia que estudia el comportamiento de las partículas y los sistemas dinámicos de fluidos. Los atractores son los puntos o ejes hacia los que convergen las trayectorias de las partículas de un sistema caótico en movimiento, no lineal; por ejemplo, un péndulo describe un movimiento cíclico más o menos errático, pero podemos saber estadísticamente por donde pasará el mayor número de veces debido a la disipación: el punto (o eje) vertical del que pende el hilo sería su atractor. Este tipo de esculturas contempla el hábitat humano como un sistema dinámico de fluidos psíquicos, por tanto, azaroso, caótico, impredecible; sin embargo pretende hallar pautas y patrones emocionales compartidos, como cuando los científicos encuentran pautas y ecuaciones en el caos aparente. Un Atractor Gaiano es un eje de convergencia, un foco de atracción de miradas, sensaciones, emociones... un reactor para dar transcendencia y dignificación a la vida cotidiana, al ciudadano que transita inmerso en su rutina, asistiéndolo sutilmente; es pues, un ejemplo aplicado de plástica social (Joseph Beuys).
No podemos adivinar el porvenir, no podemos saber qué hay en la mente de cada ciudadano, ni alienarlo obligándolo a creer en cosas que no quiera ni deba. Tampoco podemos renunciar a la democracia, ni al libre pensamiento –por pura experiencia colectiva–. Pero sí podemos compartir creencias, principios y valores; seleccionar y expresar los más universales y consensuables, y aprestarnos para inventar el mejor futuro de los posibles, asumiendo que somos falibles.
¿Cómo será un Atractor?
El arte es consustancial al género Homo, surgió al mismo tiempo que el lenguaje y el pensamiento abstracto; los primeros sapiens ya expresaban sus sentimientos y su espiritualidad en forma de arte, con danzas, pintura corporal, y rituales mágicos propiciatorios. Seguramente la primera representación escultórica artística colectiva de la humanidad debió ser un signo vertical destacado en medio de una pradera, un menhir, una masa pétrea pesada y alargada clavada en la tierra, tanto más grande y pesada cuanto mayor fuera la fuerza de convicción del grupo que las erigió. Y desde entonces no hemos hecho otra cosa que seguir ese mismo patrón, aunque de forma diferente en cada momento de la historia, y en cada lugar del planeta.
Menhir
Un menhir ya era una síntesis del conocimiento que poseían los humanes que los erigieron. Un tótem asiático, africano, polinesio, o amerindio, ídem de lo mismo. Las pirámides, obeliscos y templos egipcios expresan claramente la comprensión del mundo, de lo divino y lo humano que los artistas tenían por entonces en la región del Nilo. Las pagodas, las estupas budistas, los templos brahmánicos, las pirámides aztecas y mayas, los retablos barrocos cristianos, incluso los minaretes y mezquitas árabes… están lejos de ser expresiones meramente religiosas, son más bien síntesis enciclopédicas de la sabiduría atesorada por la civilización que los erigía, por tanto de los artistas que los ejecutaban.
Los ATRACTORES pretenden ser obras que absorben y sintetizan los conocimientos de nuestra época, las grandes conquistas del intelecto contemporáneo; en consecuencia, son esculturas dirigidas a la ciudadanía universal, al nuevo orden cosmopolita que debemos orquestar y propagar. Deben ser esencialmente grandes ejes verticales, visibles desde lejos, que capten la atención y cautiven la emoción, que expresen la fuerza generativa del nuevo salto de la evolución. Deben aprovechar su centralidad en los espacios urbanos para provocar su circunvalación, la contemplación desde todos sus lados, emular la energía axial centrífuga del ojo del huracán, o la fuerza motora de la bobina de una dinamo, o apropiar la semántica de las vueltas rituales a las estupas budistas o a la Kaaba musulmana (Tawaf), porque aspiran a convertirse en ascensores místicos, para conectar al intelecto con lo trascendente, arriba y abajo, hacia el cielo, el cosmos, y hacia el interior de Gaia, la madre tierra. En esta misma línea de beneficio e iluminación para todos los seres de la creación, se hacen girar los molinos de oración tibetanos o ruedas de plegaria, emparentables también con los atractores gaianos. Otro ejemplo paradigmático asimilable a la idea de atractor, sería la danza místico-ritual, llamada Sema, de los derviches danzantes giróvagos, la idea del vaciado del ego, del desapego y la entrega, de la ofrenda, de la danza cósmica de los planetas, del movimiento dinámico, fluido, transmisor, que recibe el demiurgo cósmico y nos lo entrega.
El reto es, crear formas que recuerden y asimilen ecos de las civilizaciones del pasado, al tiempo que en el proceso de fusión y sincretismo se codifican formas genuinas realmente inéditas y modernas. Éste es el desafío. De ese modo los atractores “fecundarán” la tierra, la conectarán como nodos o antenas simbólicas, para transmitir la consigna: "Una nueva especie humana puebla el planeta, una nueva sensibilidad y conciencia regenerará el hábitat, una gran cultura universal empática, humanista y gaiana nos envolverá, amando y respetando lo anterior, pero superándolo". Estas formas escultóricas deben resultar agradables y familiares, armoniosas y esbeltas, porque asimilan las grandes enseñanzas canónicas de los clásicos y de las mejores tradiciones. Serán “menhires, tótems, obeliscos egipcios, columnas conmemorativas romanas, torres cristianas, minaretes, pagodas orientales, estupas, padraos lusitanos, estelas mayas…” todo junto, de modo que en cualquier parte del mundo algo de esto se pueda reconocer, suscite nuestra complicidad, y la sensación de conexión con algo mayor que nos trasciende y globaliza. Porque en definitiva todas estas expresiones participan del mismo patrón ancestral: crear civilización e identidad, esta vez global, gaiana.
"Atractor Guía". Diseño 3d. Tisho Babilonia
Esta modalidad escultórica aglutinadora, mimética, sincrética, sintética, metafórica, estocástica, polisémica, abierta, pretende asumir el cometido equivalente al de nuevos tótems para la “aldea global” (Marshall McLuhan), o deberíamos decir ECOALDEA GLOBAL, nuestra plausible nueva realidad. Pero además, como he dicho, también el saber científico y tecnológico encontrará su parcela en estas esculturas, se dejará testimonio de toda la innovación, no se podrán obviar las enormes conquistas acaecidas: el Big Bang, el átomo, el ADN, la electrónica, las telecomunicaciones, la era de la información, la carrera espacial, la revolución energética fuhire… Tampoco se podrán pasar por alto las grandes experiencias históricas recientes, ni las transformaciones civiles: los derechos de las minorías, el feminismo, los grandes procesos de democratización… así como el ecologismo el gran vector de nuestro tiempo.
Danza Sufí
¡ULTREIA! OS SALUDO.
Tisho Babilonia.
POST SCRÍPTUM
Principio de pertinencia ergonómica
Para concluir, es preciso añadir una reflexión de fondo sobre las implicaciones que tienen las obras públicas, en este caso las esculturas. Es evidente que se trata de importantes desembolsos económicos procedentes del erario público, de piezas monumentales que requieren la intervención de diferentes empresas especializadas, materiales costosos, procesos complejos de transformación industrial, y además tienen un considerable coste ecológico añadido (huella de carbono, extracción, transformación y transporte de materiales, intervención en el territorio, residuos...). Se trata de un asunto mayor, muy delicado, sobre todo cuando estas esculturas se erigen para propiciar cambios de sensibilidad y concienciación.
Se ha de predicar con el ejemplo, evidentemente. Por esta razón, los atractores deben proyectarse ponderando la idoneidad de su presencia, justificando su proporcionalidad y pertinencia. El balance final de la obra y sus implicaciones siempre debe aspirar a ser favorable, equilibrado, y apropiado.
Es evidente que nuestro mundo, nuestro hábitat, dista mucho de la perfección, del confort y de la belleza que la humanidad merece, por eso el arte comprometido trata todo el tiempo de mejorar nuestras expectativas colectivas; sin embargo, por otra parte, toda intervención humana (antropogénica) en el espacio, en el territorio... de la índole que sea, altera y destruye cada vez un poquito más el medio ambiente, la naturaleza. Éste es sin duda uno de nuestros principales conflictos éticos y ecológicos que pesarán siempre en todas y cada una de nuestras realizaciones. Por todo ello, propongo de buena voluntad, que este tipo de obras que predico, sólo se instalen con criterios escrupulosos y ergonómicos, es decir, aquellos que ponderan multitud de varemos, además de los puramente crematísticos, por ejemplo: que su coste material, humano y ecológico sea el más compensado y ajustado posible, optimizar todas las técnicas y procesos; que la obra sea lo más noble posible, robusta y duradera, resista fácilmente el paso del tiempo; y que su ubicación sea central, neurálgica, para que el esfuerzo quede bien empleado y se amortice, para sanear, embellecer y cargar de significación los lugares más céntricos y transitados, con más flujo humano, para llegar al mayor número posible de personas.
"Atractor 5". Diseño 3d. Tisho Babilonia
Un último detalle: la basura, los ready-made, la reutilización de materiales encontrados (de desecho) no son descartables para este tipo de obras, siempre que el resultado final reúna todas las consideraciones arriba mencionadas. Postulo activamente por modelos económicos y energéticos circulares, que reciclen, reintroduzcan en el sistema industrial una y otra vez todos los recursos naturales que utilizamos. Un mundo sin basura, sin emisiones nocivas y sin residuos, forma parte estructural del mensaje programático de los atractores, en la medida de las posibilidades técnicas de cada momento y circunstancia.
Tendencia progresiva hacia el verde.