Categoría: Energía Gnóstica
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Toda mi esperanza en materia de energía la tengo puesta principalmente en el desarrollo de la FUSIÓN NUCLEAR, que, combinada con las RENOVABLES, que se obtienen del sol, el viento, el agua y la geotermia; podrían satisfacer con creces las necesidades de toda la población mundial. La fusión nuclear es prácticamente opuesta a la FISIÓN NUCLEAR, la fusión es segura, no deja subproductos radiactivos, es 4 veces más potente que la fisión, no contamina 
acuíferos, ni expulsa emisiones, es inagotable, y está basada en el principio de fusión de átomos ligeros como el hidrógeno para formar átomos más pesados, liberando cantidades ingentes de calor en el proceso… Es lo mismo que ocurre en el interior de las estrellas, como nuestro sol. La idea es reproducir esta reacción termonuclear en centrales que confinen la fusión de iones de hidrógeno en potentes campos magnéticos, a escala manipulable por el hombre. En el momento que la ciencia consiga generar excedentes de energía en un reactor de fusión, cosa harto complicada, las perspectivas de futuro para la humanidad pueden ser fabulosas. 

 

 Energía de Fusión. TVE. Programa REDES 73

Actualmente se está experimentando con reactores de fusión de diferentes tipos (por confinamiento: inercial, magnético, magnético compacto…) en diferentes países. Sin ir más lejos, en el sur de Francia se está construyendo el denominado ITER en sus siglas en inglés (Reactor Experimental Termonuclear Internacional) financiado por la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, Corea del Sur, Japón, India y China; que está programado para comenzar las pruebas de ignición en 2019. Otros ejemplos son el KSTAR de Corea del Sur, los reactores compactos de fusión en Estados Unidos, el reactor W7-X en Alemania, …

 

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                                     Toroide Tokamak                                                                                     Toroide Stellarator

Aunque la investigación sobre la fusión comenzó hace más de 60 años, y se ha postergado en demasía generalmente por falta de conciencia política, los resultados conseguidos en 1997 en el JET de Gran Bretaña a nivel experimental, alientan la creencia de que en un plazo no superior a 20 años, esta revolucionaria fuente de energía estará disponible para el consumo a gran escala.

 

Lo que me preocupa, además de la tardanza en conseguir resultados fiables y satisfactorios, y de que corramos el riesgo de no llegar a tiempo de trazar la gran sustitución energética, para evitar el colapso del petróleo (oil crash) y el consiguiente trastorno civilizatorio global; son los planes que se tienen para la administración de esta forma de energía “inminente”. Quién poseerá la llave de esta caja de pandora –este manantial inagotable–, cómo se distribuirá, y bajo qué sistema de consumo. Sospecho, que no existen ningunos planes de futuro y que como siempre lo dejaremos todo a la improvisación, y al oportunismo de unos pocos, que serán los que se aprovechen y nos impongan a los demás las condiciones de uso de esta maravillosa energía.

 

Yo quiero alertar a los ciudadanos del mundo, para que sean conscientes de la extraordinaria ocasión que se presenta ante nosotros, y de que, si no dominamos esta situación a nuestro favor, perpetuaremos para siempre, esta forma de economía basada en la escasez que nos acompaña desde hace siglos, y que arruina la vida a un porcentaje muy elevado de la población mundial, como ahora nos pasa con el sistema neoliberal imperante.

 

Los reactores de fusión nuclear administrados del modo más conveniente por una especie de Cofradía Global radicalmente democrática, no sólo abastecerán de energía eléctrica al grueso de la población mundial, podrán ser el revulsivo que el mundo necesita para experimentar una transformación definitiva de las expectativas de nuestra vida en la tierra... Lo digo porque una energía tan eficiente y masiva, puede servir para ayudarnos a desarrollar todas las regiones de la tierra de forma revolucionaria.

 

1. En primer lugar, sabemos que el PETRÓLEO que mueve los motores de explosión de todos los vehículos (coches, barcos, aviones…), de muchas fábricas y centrales térmicas, tiene los días contados. No sólo porque su producción ha tocado techo (peak oil), y comienza su agotamiento inexorable, sino porque su escasez y dependencia se ha convertido en la causa de las guerras y conflictos políticos de medio mundo, ha encarecido la vida de cualquier ciudadano medio hasta niveles insostenibles, ha creado un cinturón de intereses “casi” inamovibles detentado por diversos lobbies y grandes corporaciones, y además es la causa del calentamiento global, junto con el GAS NATURAL y el CARBÓN. Esta oscura especia es la clave en torno de la que gravita la malsana geopolítica mundial actual, de la que tenemos que liberarnos para empezar a pensar en un nuevo mundo en sintonía con nuestra conciencia global.

 

2. En segundo lugar, sabemos que hay otra maravillosa forma de energía, complementaria a las renovables y a la fusión –que sustituirá al petróleo–, que espera nuestra decisión política, para que mediante motores o pilas de combustible, mueva todos nuestros vehículos, sin ruido, y lo más importante, liberando a la atmósfera vapor de agua por el tubo de escape. Estoy hablando de los motores o pilas de combustible de HIDRÓGENO, una forma de energía ideal –mejor dicho, un vector energético ideal–, que espera y espera y espera… a que nos decidamos a romper el cerco de las multinacionales, energéticas y petroleras, tendido a nuestras democracias. El hidrógeno es un elemento abundante en la naturaleza, que se puede obtener del agua del mar en cantidades industriales mediante electrólisis, termólisis, etc. y se puede almacenar tras un proceso de compresión o de licuado –todo ello con la ayuda a gran escala de las Centrales Nucleares de Fusión, principalmente–; después se puede distribuir por toda la geografía utilizando hidroductos, tanques, cisternas, botellas… y la infraestructura de las gasolineras actuales, que pasarían a llamarse hidrogeneras. El hidrógeno puede servir además para democratizar la utilización de la energía a una escala sin precedentes (Como anuncia Jeremy Rifkin en su valiente obra titulada: “La economía del hidrógeno”, dando lugar a un nuevo PARADIGMA ECONÓMICO, en base a criterios de descentralización, en red, de modo que se fomente un tejido interactivo de miles o millones de pequeños proveedores y usuarios, pues una sola pila –fácilmente recargable– puede abastecer a una casa gran número de días, no digamos la independencia que aportará en el abastecimiento para industrias, edificios, barrios y ciudades, eliminando o minimizando de paso, el impacto visual de los horribles y costosos tendidos eléctricos...

 

3. En tercer lugar, si conseguimos generalizar la FUSIÓN, podremos erradicar para siempre el peligro de las centrales nucleares de FISIÓN, la dependencia del uranio y su geopolítica, y los riesgos de la radiactividad, que ya conocemos como el caso de Chernóbil y Fukushima. Sólo Francia tiene 58 reactores de fisión, en 19 centrales nucleares, un único accidente y la superpoblada Europa Occidental estaría en serios apuros. La gente se toma a risa la famosa Ley de Murphy, pero debemos reflexionar seriamente sobre lo que significa: «Si algo puede salir mal, saldrá mal» es decir, que lo que inventemos contemple siempre los aspectos que comportan riesgos, por remotos e improbables que parezcan, de modo que intentemos eludirlos desde su concepción. La fusión en comparación con la fisión, no parece tener inconvenientes mencionables, sin embargo en el caso de la fisión, esta ley nos ha advertido del riesgo temerario de su utilización. La fisión no podemos convertirla en una seria apuesta de futuro, pues por más que se prometa que este tipo de centrales es seguro, a prueba de catástrofes; la experiencia histórica nos demuestra todo lo contrario, no sólo porque las instalaciones que alojan los reactores pueden sufrir infinidad de percances (terremotos, inundaciones, incendios), agresiones (bélicas, terroristas) y negligencias (técnicas, humanas); sino que además los residuos radiactivos que generan, a su vez son otra fuente de preocupación y riesgo medioambiental añadido porque no se pueden desactivar. Y, por último, el uranio, no lo olvidemos, es un recurso agotable, cuya extracción a nivel mundial pronto llegará a su cenit.

 

4. El coste energético que supone actualmente la fabricación de aerogeneradores, placas solares, turbinas hidráulicas… que son los pilares energéticos RENOVABLES actuales, es altísimo en términos económicos pero sobre todo ecológicos, teniendo en cuenta que generalmente la energía empleada procede de las centrales térmicas, y del petróleo invertido en todos los medios mecánicos de extracción, transformación, mantenimiento y transporte; un proceso industrial que redunda en la emisión de gases de efecto invernadero. Las placas solares fotovoltaicas actuales, por ejemplo, requieren entre 6 meses y un año y medio para recuperar del sol la energía empleada para su fabricación, dispensando una vida útil de 30 años de promedio, luego si conseguimos que la FUSIÓN NUCLEAR en combinación con la propulsión del HIDRÓGENO, sean las fuerzas principales combinadas que se utilicen para extraer, transportar, y procesar las materias primas (silicio, metales, vidrio…) que se necesitan para fabricar todas estas máquinas con vocación renovable, la Tasa de Retorno Energético (TRE) será mucho menos agorera. Nuestro problema futuro sería decidir en qué medida privilegiar y extender tal o cual fuente renovable de energía. Un escenario bastante deseable si además conseguimos fabricar los componentes con materias primas que abunden en la corteza terrestre y se puedan reciclar después de su vida útil. Éstas deberían ser las prioridades.

 

5. Existe otro motivo fundamental por el que insto encarecidamente a la humanidad, para que reaccione a tiempo ante la extraordinaria ocasión que se presenta. Se trata de la posibilidad de utilizar las Centrales Termonucleares de Fusión para desalinizar el AGUA de los océanos, a escala macroindustrial. Quiero decir, que si utilizamos la fuerza de esta energía para obtener agua limpia sin fin, en cualquier litoral, y cualquier latitud; podremos abastecer de agua abundante a cualquier núcleo humano presente y futuro, en cualquier país que lo necesite; podremos hacer grandes proyectos de irrigación en importantes áreas desérticas o semidesérticas, que podrían servir de asentamiento a muchos millones de habitantes; e incluso, se podrían reforestar muchas zonas con el objetivo de regenerar la flora y la fauna de nuestro planeta, detener la desertización y el calentamiento global y en general permitir un desplazamiento de la humanidad hacia el calor. El agua y la energía son las principales causas que fragmentan el mundo en que vivimos. Los efectos de los nacionalismos se disolverían en gran medida y emergería una auténtica conciencia global, con una lógica global basada en la ABUNDANCIA Y LA COOPERACIÓN y no en la escasez y la competitividad como ahora, ya que es importante que pensemos en lo siguiente: el tinglado de la OFERTA Y LA DEMANDA únicamente tiene sentido cuando las cosas son escasas y por tanto valiosas, y no hay nada que desee con más fuerza que desmontar toda la teoría económica que venimos arrastrando desde el mercantilismo, siglos ha. El único tema que me preocupa al respecto de la desalación masiva, son los inconvenientes de la salmuera residual, los mares pequeños y cerrados no podrían ser objeto de desalación masiva, supongo, pero esto es competencia de los ecologistas y los científicos. Pensemos en el esfuerzo que hacen muchos países y empresas petroleras para conducir mediante aparatosos conductos, el gas y el petróleo, desde las zonas interiores de extracción hasta los puertos, para luego cargarse en superpetroleros derrochadores de carburante; y sin embargo, muchos se escandalizarán si creamos con tiento ecologista, grandes redes de acueductos dirigidos hacia el interior continental de muchas áreas del planeta, por ejemplo: el Sahel (la franja densamente poblada que atraviesa África de este a oeste entre el desierto del Sahara y las zonas selváticas, en combinación con el agua de los ríos y acuíferos preexistentes); pensemos en la revolución que experimentarían los países ribereños del Mediterráneo en especial el Magreb, y el Oriente Próximo, y el flujo migratorio hacia el sur desde la Europa fría y oceánica; lo mismo en la América desértica del norte y del sur; en Asia pienso en muchas estepas y zonas secas de China y la India, en los innumerables países que padecen estrés hídrico, y por ejemplo en el enorme espacio libre y seco de Australia. Ojo, siempre con criterios ecologistas, máxima sensibilidad hacia los territorios sobre los que se va a operar, y la intención de regenerar muchas zonas que ahora son eriales, focos de pobreza y desesperación. Pensaremos las cosas más y mejor, antes de actuar.

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6. Si la Fusión nuclear irrumpiera en la escena mundial, en un plazo de tiempo providencial, y para entonces se hubiera previsto un modelo gradual de implantación rápido, eficiente, diligente, holístico, en todo el planeta, de modo que se orquestara una gran sustitución a tiempo de las energías fósiles, que para abreviar denomino CAPEGASU (CArbón, PEtróleo, GAS y Uranio) por otro modelo compatible con los principios biofísicos del planeta y las leyes de la termodinámica, basado mayoritariamente en FUHIRE (FUsión, HIdrógeno y REnovables); el futuro de la especie humana estaría asegurado al menos en materia de energía. En cualquier caso, por el bien de todos, deberíamos estar ya hablando firmemente sobre ello, deberíamos adelantarnos a los acontecimientos, no sólo para preverlos sino para inventarlos y estimularlos; para construir una Plataforma Global por el Gran Cambio Energético, una gran corriente de soporte y empatía social y política a favor, una reserva amplia necesariamente pública de capital inversor, un stock energético subsidiario de origen CAPEGASU para emprender la transición inicial, y una tecnología ad hoc predispuesta, basándonos en el supuesto (o PRINCIPIO DE FALSACIÓN) de que un día no muy lejano la Fusión Nuclear se convertirá en realidad. 

Somos una especie capaz de superar los desafíos más arriesgados e increíbles, contradecir a los pesimistas más agoreros, e ingeniar las soluciones más sofisticadas y audaces. Aprendimos a volar, subimos a la luna, domeñamos enfermedades y operaciones quirúrgicas consideradas incurables, realizamos revoluciones agrícolas, tecnológicas e industriales, culturales y políticas, y lo seguiremos haciendo… Si hemos sido capaces de orquestar una complejísima red planetaria de prospección, extracción, transporte, refinado, y redistribución planetaria de energías fósiles, para mover todo nuestro mundo (vehículos, máquinas, industrias, ciudades…); seremos capaces de hacerlo mucho mejor todavía, en base a FUHIRE, el siguiente desafío energético.

No cuesta tanto imaginar un mundo sostenido por energías basadas en conocimiento y no en recursos, por eso no será tan imposible convencernos colectivamente de su conveniencia, para aunar el esfuerzo tangible y la voluntad colectiva global que se requerirán, luego: ¡IMAGINACIÓN AL PODER!

 

7. La implantación y administración de la FUSIÓN NUCLEAR, EL HIDRÓGENO Y LAS RENOVABLES (FUHIRE) de forma global y democrática, sería el primer paso para poder ambicionar la PAX UNIVERSALIS que nuestra especie humana anhela desde la noche de los tiempos. Pienso que nuestra especie está mutando, que cada vez tolera peor ciertas actitudes primitivas y salvajes, que nada tienen que ver con la nueva sensibilidad. Romper la lógica de la guerra, desactivando las causas principales que la promueven como la posesión de los recursos básicos, las fuentes de energía y del agua, es el primer paso para revolucionar de una vez por todas, el lucrativo y peligroso panorama militarista actual.

 

8. Sabemos que la humanidad hace tiempo ha traspasado un umbral sin retorno, y que el impacto que ha infringido a la biosfera es monumental; en este momento somos los causantes de la sexta extinción masiva de especies animales y vegetales de la historia, somos de hecho el superdepredador universal más eficiente de todos los tiempos. Nuestro deber por pura supervivencia, pero también por empatía hacia los demás seres vivos, es detener el ECOCIDIO, asumiendo el hecho consumado, irreversible, de nuestra presencia omnipotente y omnipresente en el planeta. Los que no tenemos ningún interés manifiesto ni velado ni subconsciente, en la autoeliminación de nuestra especie, pero hemos comprendido la fatalidad que supone dar pábulo por un minuto más al mito del crecimiento infinito en un mundo cerrado y finito; tendremos que replantearnos como nunca antes nuestro papel en el planeta, así como los sistemas, imaginarios y paradigmas que nos hemos dado, para detener el crecimiento (demográfico, territorial, material, energético, consumista…) tal como lo hemos planteado en los últimos siglos, y encontrar un equilibrio que haga sostenible nuestra vida en la tierra (Herman Daly) de modo que nos baste con nuestro único planeta para existir, repartiendo los recursos (limitados y finitos) y las oportunidades de la forma más consciente, equitativa y global, sin renunciar al bienestar. Lo único que podemos hacer es, poner límites a la pobreza y a la riqueza, al productivismo y al consumo, intentar reconstruir y reparar en lo posible el daño causado, asumiendo que cualquier iniciativa que emprendamos en este aspecto nunca podrá sustraerse al matiz antrópico que incidirá sobre las especies hermanas animales y vegetales. Crearemos grandes reservas de la biosfera sobre la tierra y el mar, zonas para las aves, importantes santuarios naturales, espacios más compactados para la humanidad y otros amplios para la vida salvaje, contando por supuesto con espacios mixtos… Sin embargo todo estará sujeto a nuestra sutil supervisión (casi como “dioses”, pues dispondremos de auténticos ejércitos de pensadores, científicos, técnicos… para monitorear los cambios a emprender), luego nada se escapará a la influencia de la ANTROPOGENIA aunque se aplique con el mayor criterio de conciencia y sensibilidad posible. El caso es que esta reconstrucción será posible si se cuenta con la fuente de energía más potente y cualificada que la humanidad ha sido capaz de concebir. Razones por las que debemos presionar para que esté a punto y a nuestra disposición lo antes posible.

 

9. Otro aspecto que no debemos pasar por alto, es que esta energía seguramente servirá también para la exploración del ESPACIO EXTERIOR y su posterior colonización. O nos lanzamos al espacio de una vez por todas, o dejaremos nuestras posibilidades de supervivencia en manos de una sola opción, nuestro único hogar: el planeta Tierra, la realidad más preciosa y mágica con la que podemos contar, que sin embargo, desde que conocemos y atesoramos el poder devastador de las bombas atómicas (sólo Israel tiene más de 100, por ejemplo), y conociendo los efectos de la ley de Murphy, por si acaso, no debemos jugar con fuego y mucho menos con ira, cegados por el arrebato; y aunque intentemos amarrar bien corto los que las poseen, puede que nos arrepintamos de no haber intentado salir a tiempo de aquí. Que nadie me reproche que no intenté promover la carrera espacial. En lo que a mí respecta, desde hoy hasta el final de mis días, mantendré un talante dialogante, comprensivo y empático, PERO NEUTRAL, con todas las partes que estén involucradas en los innumerables conflictos que nos asolan; que nunca nadie espere de mí, una orden de ataque armado hacia nadie, pero sí en cambio debe esperar una actitud mediadora y metafórica, para estar por encima moralmente de las partes implicadas y sedientas de justicia. Puedo prometer que la solución que promueva aspirará a ser siempre beneficiosa y redentora para todos, o no propondré nada. También prometo reforzar los mecanismos internacionales de justicia global, para que el que la haga la page, el que tenga delitos irreconciliables con la convivencia cívica global, acabe delante de un juez que represente a la humanidad.

 

10. Esta oportunidad histórica, yo diría cósmica, que brinda la FUSIÓN NUCLEAR, ha de entenderse como nuestra última oportunidad, ÚLTIMA LLAMADA, para cambiar realmente de actitud ante las cosas. Sobre todo, debemos tener muy presente, que ha llegado el momento de agudizar el talento y elevar la voluntad colectiva humana hacia cotas nunca vistas, para no desfallecer y cometer los mismos errores, que ya sabemos a qué conducen; y, además, a prever lo máximo posible o minimizar, los errores desconocidos aún, que sabemos que cometeremos (pensaremos las cosas más y mejor). Espero que el balance final supere todas nuestras expectativas iniciales y seamos los primeros en sorprendernos gratamente del resultado, de lo que somos capaces de construir juntos cuando queremos, y esta vez sé que lo deseamos como nunca antes en la historia. Toda la conciencia que podamos verter en la concepción y consecución de estos proyectos venideros, será poca, pero debemos prometernos que lo intentaremos con todo nuestro corazón, con lo mejor y más positivo de nosotros, y la esperanza inasequible al desaliento puesta en el futuro del planeta, con todo lo que contiene, incluida nuestra DEPRIMIDA especie, sumida en un mar de angustiosas contradicciones.

 

Ya sé que todo esto son palabras demagógicas, bienintencionadas, buenistas, sueños megalómanos posiblemente temerarios e inconscientes, pero hace tiempo que sé con certeza que la importancia de los sueños radica en que a fuerza de invocarlos se pueden hacer realidad. También sé, y yo soy el primero en requerirlo, que estas decisiones de futuro, tendrán que contar con grandes esfuerzos de concienciación, y el beneplácito de la humanidad mediante procesos fundamentalmente democráticos, además de contar con el consenso de la comunidad científica y ecologista; pues el conocimiento y la democracia son los únicos métodos que pueden salvarnos de nosotros mismos, de nuestras cegueras y errores, de nuestra estupidez.

 

La fusión nuclear administrada por el sentido común, por el amor a GAIA y los intereses generales de la humanidad, podría servir para regenerar la biosfera del planeta; y si abandonamos de una maldita vez la idea de que para conseguir las cosas, es necesario competir y pelearse por ellas, pagando un alto precio, podría ser la piedra de toque que augure un mundo basado en la LÓGICA DE LA ABUNDANCIA para todos, por supuesto. Parece una utopía ¿verdad?, pues bien, este es nuestro problema principal, el pensamiento negativo, que debemos erradicar para siempre de nuestro vocabulario y de nuestro cerebro (la respuesta está en los pueblos alegres). O pensamos en positivo, en verde, o estaremos acabados, luchado y compitiendo hasta el fin de los días por la supremacía, por el agua, la energía, la alimentación, y la dignidad de los pueblos…

 

Desde hoy deberíamos estar hablando de esto y de muchas cosas más, que nos atañen como conjunto y parte, reuniéndonos y debatiendo, viéndonos las caras, y proyectando el mejor futuro que nuestra imaginación pueda concebir; porque cuando aparezca esta revolucionaria fuente de energía, si no hemos hecho los deberes, y la dejamos caer en manos de la lógica de la escasez, los desequilibrios y las desigualdades que provocaría serían tan aberrantes, que el dantesco y lamentable infierno que padece Gaza estos días, sería el escenario general de toda la humanidad, que tantas veces hemos visto en las películas de ciencia ficción.

 

Tarde o temprano, tendremos que cortocircuitar esta inercia destructiva salvaje que llevamos arrastrando a través de los siglos, porque ya estamos globalizados y no tenemos donde escapar, nos necesitamos los unos a los otros. O nos enfrentamos a nuestro lado reptiliano, primitivo, oscuro y perverso, soberbio y egoísta, lo miramos cara a cara y lo derrotamos; o me temo que la lucha por el control de esta energía estelar, será el fin de la humanidad.

 

No me cansaré de urdir estrategias para precipitar el encuentro y el debate, a una escala global sin precedentes, y entre todos los temas que tenemos que tratar, este de la fusión nuclear será capital. 

fusion

Al final tendrán razón las antiguas civilizaciones del mundo cuando adoraban al Sol, lo invocaban, le rezaban, le erigían templos y pirámides, y le ofrecían sacrificios. Por fin el sol bajará a la tierra que pisaron los antiguos egipcios, en forma de reactores de fusión, para fecundar nuestra cuna, la sagrada tierra de África, y regresar al origen. Las tradiciones precolombinas hacían lo propio para que el sol les concediera su favor (Mexicas, Mayas, Incas…), también llegará su redención tan largamente anhelada, e invocada, verán colmadas y recompensadas todas sus plegarias. Resultará cierto que, tarde o temprano, a fuerza de desear e imaginar, los sueños se cumplen; así que cuidado con lo que soñáis, que sea bueno y hermoso, por el bien de las partes y el conjunto.

 

Ya es tarde para sentir miedo, es un lujo que no nos lo podemos permitir. MUNDO QUERIDO AYÚDAME.

 

¡ULTREIA! OS SALUDO.

Tisho Babilonia. La Haya (Países Bajos), 2 de agosto de 2014.

 

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