"MASA CRÍTICA. SUPERSAPIENS"
Óleo sobre tela. 92 x 65 cm.
Al echar la vista atrás, y hacer un balance sincero de los acontecimientos históricos, nos preguntamos: qué fue de los imperios de ayer y de hoy, qué queda de los estados nacionales, qué hay de las religiones redentoras y la larga marcha de las ideas, de la verdad y la razón –del logos, el ethos y el pathos–, de los callejones sin salida que los fundamentalistas misántropos desquiciados se empeñan en explorar. Qué queda de tantos afanes y sueños truncados, tantas carcasas abandonadas y carcomidas por la herrumbre, qué fue del empuje juvenil de Alejandro Magno, la invencibilidad de los Tercios de Flandes, las correrías devastadoras de Gengis Kan por Eurasia, las aspiraciones del Tercer Reich, la “Grandeur” del Imperio Francés, la URSS, el ubicuo mundo British, el Destino Manifiesto de los estadounidenses y su gran marcha hacia la libertad… Tanto fervor y exaltación, tanto apego patriótico, tanta exageración, inversión, sangre y desgaste, que mantuvo a nuestra especie sumida en una biocenosis permanente.
Viendo lo fútil y efímero que es todo, reconociendo la inconsistencia de la vanidad humana... podemos extraer una gran enseñanza: la buena noticia es que todo es IMPERMANENTE, como dirían los budistas. Creo que lo que viene es un reajuste global, llamémosle revolución, reenfoque, emergencia, o mutación; de modo que no habrá más potencias económicas políticas o militares que puedan resistirlo. No habrá más bravos imperios, ni hegemones, ni plutócratas aviesos, ni creencias dogmáticas, que puedan someternos. Ni siquiera el patriotismo de los chinos –los hijos del “País del Centro”– podrá permanecer intacto y ajeno a la llamada del PENSAMIENTO EN RED Y LA IDENTIFICACIÓN CON LO GLOBAL. En cada país, en cada región y continente, un porcentaje cada vez mayor de personas conscientes, informadas, conectadas… modificará sus esquemas mentales y los de su entorno, para no permitir ni tolerar las gilipolleces culturales, fragmentarias, propagandísticas y doctrinarias anacrónicas; que hacían que te sintieras de un país y de nada más, que vieras al resto del mundo como al enemigo a batir, someter y expoliar, odiar y denigrar, que te identificaras con tu grupo y nadie más, con tu credo endogámico, y tu paranoia total(itaria).
“No queda tiempo para la destrucción, para el odio, para el enfado" (Iván Illich)
Bajo la Bandera de la Empatía y la Cooperación, los Derechos Humanos y la Democracia Global, –que no son dogmas ni mitos, sino capitulaciones– se emprenderán iniciativas conducentes a una GLOBALIZACIÓN EFECTIVA –sensible, cultural, tecnológica, económica, ecológica… incluso política, también espiritual–. Crearemos un ortograma global consensuado –abierto y elástico– para organizarnos, esférico, inclusivo, poroso, el primero de la historia; para satisfacer nuestras pulsiones creativas, emotivas, proyectivas, emergentes, que brotan libres en todas las direcciones… lo haremos siempre de forma propositiva, sin imposición, ni atisbo de coacción. Nuestros modales van a cambiar, ya lo hacen, están cambiando.
«Recordad: proponer, nunca imponer»
Estamos creando un CEREBRO GLOBAL y nosotros somos sus neuronas; y en este nuevo contexto, muchas rémoras del pasado, muchos atavismos, simplemente se desvanecerán. No renegamos del pasado, al contrario, lo valoramos, lo amamos, bebemos de él, somos memoria morfogenética (Rupert Sheldrake) –nota 1–, y sin embargo, es más grande lo que viene que lo que dejamos atrás. SOMOS ESPECIE Y NUESTRO HÁBITAT ES EL PLANETA. Lo nuevo está eclosionando, el HUMÁN SUPERSAPIENS ya está aquí, otras aventuras nos aguardan, otras tareas, otras encomiendas; que requerirán complejidad y tiempo, mucho por recorrer, un horizonte lejano al que dirigirnos, antes de que la obsolescencia y la entropía nos alcancen de nuevo. Queda un ancho espacio sináptico por delante, un proceso de EMANCIPACIÓN GENERAL que hay que orquestar y convertir en realidad, tarea de generaciones. Hallaremos la forma de repartir, de mejorarlo todo, de pacificarnos, de acabar con los grandes desequilibrios que nos afligen; porque de lo contrario la destrucción será total, y eso es algo que nuestra inteligencia no lo consentirá.
Viaje a tu más profunda verdad
¡ULTREIA! OS SALUDO.
Tisho Babilonia.
NOTA 1: Desde que la física cuántica nos explicó que la materia puede expresarse en forma de ondas y partículas al mismo tiempo, nos sorprende cada día con nuevos experimentos como el que recientemente han protagonizado unos científicos chinos, demostrando que el entrelazamiento cuántico es una realidad incontestable, y que estamos más interconectados de lo que parece, haciendo que pares de fotones mantengan su entrelazamiento aunque estén separados por miles de kilómetros. Esto revaloriza por momentos las teorías de Rupert Sheldrake de los campos morfogenéticos y de la masa crítica, tal vez, la ciencia está a punto de revolucionarse una vez más, y de remodelar todo su andamiaje epistemológico.