Hace tiempo que he decidido no sucumbir al sentir predominante, que asocia el fin de la era del petróleo con el fin de la civilización humana conocida. Una puerta se cierra, pero otra se abrirá; lo que se presenta es una oportunidad histórica preciosa y no una catástrofe. Mi huida hacia adelante puede ser tan criticable como el derrotismo que los embarga, no caeré en esta espiral de Angustia Maltusiana...
propia de los que reniegan de su especie, y desdeñan las capacidades y virtudes positivas que aún nos quedan.
El porvenir energético que nos espera, la sobreabundancia basada en FUHIRE, acrónimo con el que denomino el trípode energético que sustentará nuestro mundo; conferirá a la humanidad un poder inusitado, una potencia plástica colosal, una infinita capacidad para manipular la materia y el espacio, como jamás pudimos imaginar. Podríamos pensar entonces que correremos el riesgo de alterar la fisonomía del planeta, degradarla, multiplicar nuestra población mundial, y agotar todos los recursos naturales disponibles: PERO ESO YA HA ACONTECIDO.
Las dos últimas revoluciones industriales, basadas en los combustibles fósiles CAPEGASU, dispararon nuestras expectativas de vida, nos llevaron a la luna, nos hicieron soñar y confiar en el porvenir, nos alejaron del pensamiento mágico y la superstición, nos hicieron creer en un mundo de cornucopia, de plenitud y hedonismo, de inmediatez e inmortalidad; y al trasladarnos a este estado de cosas, a este “orden lógico” de consumo, bienestar y saciedad... lo hicimos arrastrando montañas de materia, biomasa, y polución.
Dentro de unos días las naciones se reunirán en París, para debatir e intentar por enésima vez llegar a un Gran Pacto Global contra el Cambio Climático, una de las grandes consecuencias al que nos ha conducido el lado temerario e inconsciente de nuestro súper-cerebro, maravilloso pero insatisfecho, curioso e infantil, soñador y pragmático al tiempo, que ha hecho de nosotros una especie adicta al emprendimiento y a la generación de problemas; una especie magnífica y cruel, creativo-destructiva.
NO, ese enorme poder que se avecina (basado en FUHIRE como digo), fruto del puro ingenio humano y de las circunstancias, lo utilizaremos precisamente para darle la vuelta a la tortilla. Comprenderemos la gravedad de la situación y la oportunidad que la providencia nos ofrece. Comenzaremos a prepararnos desde hoy, para el nuevo paradigma energético FUHIRE, su llegada e implantación… Empezaremos a imaginar y planificar desde ahora el traslado hacia el mejor de los mundos posibles, hacia el orden más deseable, si sabemos entender con claridad la oportunidad y el potencial energético que se presenta a las puertas.
Losemne contrición
Pero antes de eso, hagamos un receso, un alto para meditar profundo y sereno, pensemos con gravedad sincera. Estamos hablando de AUTÉNTICO PODER, de medios hercúleos a nuestra disposición para realizar cuanta empresa conciba nuestra imaginación, por ejemplo:
Instalar CENTRALES MOTORAS DE FUSIÓN en las costas, que nos den hidrógeno en masa, megavatios en masa, poder para crear más centrales FUHIRE (más reactores de fusión, plantas solares, eólicas, mareomotrices, más reservorios de hidrógeno), capacidad para desalar “ríos” de agua marina, para irrigar grandes extensiones desérticas y abastecer multitud de asentamientos… Crear máquinas más rápidas, más eficientes, más potentes y polifacéticas, más “inteligentes” (IA); que atiendan todos los aspectos de nuestras vidas, y además no emitan CO2 a la atmósfera. Vehículos de toda suerte (para tierra, mar y aire), que multipliquen y colmen nuestras expectativas de inmediatez, movilidad, intensidad, velocidad, y cantidad. Fabricación de dispositivos domésticos para abastecernos de energías renovables sin solución de restricción, que garanticen la soberanía energética universal. Potencia para extraer y procesar materias primas, que nos permitan construir y urbanizar sin límites ni descanso… vestirnos, alimentarnos, desplazarnos, informarnos y relacionarnos. Cantidades industriales de nuevos materiales: composites, fibras, tejidos, cerámicas, polímeros, nanomateriales, plásticos biodegradables, grafeno, nanotubos de carbono, mejores aceros y aleaciones de otros minerales, materiales bio-orgánicos… Un aluvión de novedades con altas prestaciones en general, criterios ecológicos solventes, recuperación de desechos, que tendrán aplicación en la construcción, la ingeniería civil, otros ámbitos tecnológicos como: el transporte (aeronáutico, naval, industrial), las telecomunicaciones, las biotecnologías… que sustituirán hábitos y técnicas obsoletos y contaminantes. Un largo inventario de recursos que sólo se pueden obtener bajo un régimen inflacionario de energía limpia, barata, y omnipresente.
Deberemos estar preparados para un “horizonte de sucesos” como éste, adelantarnos a los acontecimientos, inventar el futuro en lugar de preverlo, un proyecto común, global, una casa gaiana. Deberemos poner a trabajar la imaginación colectiva –necesitaremos artistas, científicos, inventores, emprendedores, escritores, librepensadores en general… como jamás antes en la historia–, ponernos a remar en la misma dirección, lanzar bombas de ideas, lanzar falsaciones, hipótesis a las que criticar y someter a refutación… hasta tejer una urdimbre conceptual y proyectiva que nos contente, nos seduzca y al mismo tiempo inspire nuestros pasos hacia el mejor de los mundos posibles. Porque una vez que se desate FUHIRE, sólo podremos contener su revolucionario ímpetu con conciencia, equilibrio, mesura, planificación, sentido de especie, comprensión de los límites y mucha democracia, para evitar el Armagedón.
Exodus
Son tantos frentes a los que tendremos que acudir, tan ingente el esfuerzo para virar hacia otro régimen atencional que cambie nuestro modo de ver las cosas, hacia otra cultura, cosmovisión, imaginario… hasta detener todos los procesos que degradan y esquilman, todas las tendencias que empeoran nuestra situación, que nos alejan de Gaia; que deberemos emplearnos a fondo durante generaciones.
SUPERPOBLACIÓN. Tal es el caso, que tocaremos techo en materia de superpoblación: diez mil millones de personas en el planeta como colofón de toda nuestra evolución histórica, estará bien, pero no más. No seguiremos reproduciéndonos como hámsteres, sin embargo, tampoco será cuestión de invertir la tendencia hacia la despoblación, la deshumanización del mundo… Alcanzar un punto de estacionamiento demográfico será posible si nos lo proponemos –con cultura, información, desarrollo humano, planificación, pero sin coerción–. Asumamos un mundo lleno de humanidad, aceptémonos, si de paso lo compensamos sabiamente con mucha más vida natural (biodiversidad). Inflemos la biosfera, hagámoslo por nosotros, por amor, por empatía, por biofilia, por miedo al vacío y a la soledad espacial. Viraremos y lo lograremos.
HÁBITAT. El 2% de la superficie planetaria total ha sido copado por nuestro frenesí urbanizador: conurbaciones y ciudades, pueblos y aldeas, puertos, aeropuertos, carreteras… ya es más que suficiente, está bien. Nos extendimos sin miramiento sin recato ni contención hasta la extenuación, “creced y multiplicaos” se nos dijo. Es hora de reformatear el hábitat humano y, por compensación, el hábitat natural del resto de las especies; y lo haremos porque contaremos con un cóctel energético glorioso, a la altura de nuestras expectativas. No necesitaremos más espacio, sino al contrario, nos compactaremos. La humanidad se urbanizará casi totalmente, y al hacerlo devolverá espacio a la naturaleza. Viraremos y lo lograremos.
RECURSOS NATURALES. Metales, tierras, agua, gases, biomasa, superficie agropecuaria, caladeros de pesca… la edad de la energía carbonífera que tanto nos concedió, pasará a la historia, el reto será mantenernos con el alto grado de satisfacción alcanzado, pero desactivando el lado contaminante, extractivo, espoliador, derrochador, y agotador de los recursos justos que tiene nuestro planeta. Viraremos y lo lograremos.
Historia de las Cosas
ERGOSTESIA. No habrá selva virgen que no se proteja y se acreciente, no habrá bosque ni pradera que no se restaure, no habrá especie animal o vegetal que se debilite hasta la extinción, porque preservaremos y multiplicaremos sus opciones de supervivencia. Entenderemos en profundidad la cadena trófica que todo lo envuelve y la asistiremos con sumo tacto, con “Ergostesia” (plantar, sembrar, cuidar, mantener con sensibilidad y máxima conciencia) un concepto que he inventado para inspirar tal objetivo. Devolveremos espacio vital a las especies hermanas, lo reconstruiremos, lo remediaremos, se parecerá al original o incluso se mejorará. La Antropogenia se pondrá al servicio de la reconstrucción medioambiental para deshacer lo andado. No habrá nicho o ecosistema ni en el mar ni en la tierra que no podamos atender con sutileza exquisita, desde el plancton hasta las ballenas, desde las llanuras del Serengueti hasta los osos polares. Viraremos. Sin duda lo haremos.
ÉXODO. Proyectaremos un éxodo metódico, pulcro, calculado, macrocientífico, (r)evolucionario… desde todo aquello que nos dimos y nos puso en peligro, hacia otro estado de cosas, más saludable, hermoso, inteligente, sabio, sensible, duradero, sostenible, ecológico, gnóstico. Los hábitos de extracción, los procesos industriales, la contaminación panorámica, el consumismo diabólico, la obsolescencia programada, los excesos y caprichos infundados, la movilidad insensata, el acaparamiento mórbido económico y material (pleonexia), la basura, el desperdicio, los sistemas autodestructivos, las mentalidades y paradigmas erróneos, la ausencia de ética humana y gaiana, la lógica voraz del capitalismo, la espiral ciega y especulativa de los mercados, la competitividad atolondrada, toda forma de esclavitud moderna y toda desigualdad vergonzosa... la degradación general de la vida en el planeta.
Saldremos de la caverna, nos liberaremos. Migraremos, para dejar de medrar a costa del medioambiente, de los recursos naturales y de las especies hermanas. Encontraremos el modo de desmaterializar esta agresión, y regirnos por un Principio de Saciedad que acote nuestro enorme poder y voracidad. Emprenderemos el traslado, viraremos porque podremos, FUHIRE sentará las bases del Impulso de Compensación que nos guiará para subsanar esta brecha abierta durante siglos.
¡ULTREIA! OS SALUDO.